"Buscando sin buscar" Parte 3

Platicaron por horas, la lluvia cesó, Teodoro le contó sobre sus dibujos y sobre el tiempo que le dedicaba a aquella banca, claro que no le contó sobre que también la dibujaba a ella, que la había estado esperando por muchos días y lo preocupado que estaba por ella, no se lo dijo porque Teodoro es un chico tímido.

Casi oscurecía, Jennifer le dijo a Teodoro que se tenía que ir, Teodoro se ofreció a acompañarla hasta la puerta de su casa, Jennifer acepto gustosa. Salieron del parque, seguían platicando, Jennifer también estudiaba, estaba en 6° semestre de la carrera de Letras españolas, mientras que Teodoro estudiaba Arquitectura.

Caminaron despacio, como si no quisieran llegar, se sentaron a esperar el autobús, pasaron 3 de los autobuses que llevaban a la casa de Jennifer, pero ellos aún no querían irse, continuaban su charla, finalmente en el 4° autobús llegó la hora. Se subieron, se sentaron en la parte de atrás, ya había oscurecido por completo, era una noche fría pero el cielo estaba despejado, se podían apreciar perfectamente las estrellas, los dos observaban por la ventanilla aquel espectáculo que el cosmos les regalaba.

Llegaron a su destino, caminaron despacio hasta la entrada de su casa, se despidieron, Jennifer se inclino y le dio un beso en la mejilla, posteriormente lo abrazó. Teodoro estaba estático, no podía articular palabra alguna, estaba ruborizado, Jennifer entro a su casa, Teodoro emprendió el viaje a la suya. Caminaba en la noche, por las largas avenidas, no pensaba en nada, estaba en trance, una sonrisa  marcaba totalmente su rostro, llegó a casa y durmió como hace ya mucho tiempo no lo hacía.

Amaneció, Teodoro fue a la escuela impaciente, de nuevo veía el reloj esperando la hora de salida, está vez estaba nervioso y emocionado, ya no era como aquella vez en la que la preocupación lo embargaba, aquella ocasión en la que casi es arrollado por el autobús que lo lleva diariamente a su casa, dio la hora de salida, salio a toda prisa hacía aquel parque, está vez no se dirigía a su banca de siempre, está vez iba a el otro lado del puente, ahí donde ella solía estar, cruzó el dichoso puente y ahí estaba, ella de inmediato sonrió al verle, se sentó a su lado, le dio una rosa que había cortado en el parque, ella se sonrojo, la tomo, cerro sus ojos, sintió su textura lentamente sobre su mejilla, después la olió, la dejo sobre su regazo, lo vio a los ojos...

Continuara...

No hay comentarios:

Publicar un comentario